25/11/11

Capítulo 2

Con cierta culpabilidad aún, me subí al coche de Mandy.
-Hola cielito, lista para reventar de diversion, supongo.
-¡Si! Vamos - Hice mi mayor esfuerzo por parecer motivada, solo por no complacer a Alex y mostrarme tenebrosa
El camino duró menos de diez minutos y desde la otra esquina podía oír el ruido de la música a todo volumen. La entrada de la casa estaba llena de compañeros sedientos de descontrol. Una patrulla de policía aguardaba en la otra esquina, pero nadie los advertía siquiera. Mandy aparcó cinco calles más allá ya que estaba toda la zona abarrotada. Nos bajamos del Clío y Mandy comenzó a arreglarse su vestido fucsia.
-Estás genial, un poco pasada de maquillaje, pero bueno...- Le dije sonriendo
-Oye, a esta clase de fiesta una no es invitada siempre, ¿sabes? -Le resté importancia, pero esa noche me había prometido olvidar de Alex y lo haría, aunque después de lo de esa tarde me lo dejo muy difícil.- Además -Prosiguió-, todas las fotos irán directo a los recuerdos de final de año, hay que estar perfecta.
Yo amaba a Mandy, pero aveces era emasiado superficial.

En la entrada nos topamos con muchos compañeros y caras conocidas, saludamos a unos cuantos. Enseguida lo vi a Alex. Nuestras miradas se cruzaron por una milésima de segundo y se formó una arruga de preocupación en su entrecejo. Aparté la mirada y me fuí con Mandy a tomar algo. En la barra estaba Esteban del último año.
-¿Qué quieres princesa?-Él inspeccionaba descaradamente las piernas blancas de Mandy.
-Un trago, tu especialidad-Definitivamente estaba coqueteando-
-¿Y para tu amiga?-Me quedó bien claro que ni siquiera sabía mi nombre. Sonreí.
-Una coca-cola-Mandy me miró con espectativa-
-¿Con qué?-Me preguntó ella
-Sola, sin nada
-Si tu quieres...-Esteban no lo dijo burlándose, pero era sólo porque yo estaba con Mandy
La música resonaba por todos lados y las conversaciones se formulaban a gritos y cerca del oído.
De repente Mandy ya no estaba, ni Esteban, ni sus tragos, sólo había una coca-cola en la barra. Supuse que habrían ido a dar una vuela, así que yo fui a dar una también. El comedor de Eva se había transformado en una enorme pista de baile. Todos bailaban amontonados, se empujaban y formaban una especie de baile perfectamente desordenado. Seguí caminando mirandome las zapatillas hasta que unos tacones de plaraforma plateados se toparon conmigo. Eva.
-Hola Samantha-Dijo con su falsa sonrísa
-Soy Valentina, hola Eva-Lo dije como quien no quiere la cosa
-Ya, claro, Valentina, ¿cómo la estás pasando?-Preguntó. Yo sabía que sus comentarios amables sólo me llevarían a una humillación, siempre terminaba así-¿Estás cómoda?-Gritábamos, pero era normal
-Si, una linda fiesta
-Me imagino que cómoda, por tus zapatillas deportivas-Levantó una asquerosa ceja suya
-En realidad, si no lo sabes, no son deportivas, son Converse. Se llevan ahora, y estoy a favor de ponerse lo que te hace sentir bien y cómoda en cualquier ocasión-Dije orgullosa
-Me dí cuenta-Me miró de arriba a abajo- Pero para una fiesta te podrías haber producido más, aunque es mucho pedir, ¿no? En fin...
-No es que esté en la mayor fiesta de la ciudad, asique no me preocupé mucho. Veo que tú tampoco.
Eva sonrió y se puso seria en menos de un segundo. Le sonreí y así me quede hasta que se fué. Mi vaso de coca-cola ya se había vaciado, casi ni me di cuenta. De repente me comenzé a sentir mareada. Subí corriendo las escaleras y me dirigí al baño. El del pasillo estaba ocupado. Sabía como era la casa de Eva, yo de pequeña iba siempre, ya que mi madre era su jardinera. Con náuseas corrí hasta la habitación de Eva y entré en su baño. Allí baje la tapa del retrete y me senté con la cabeza entre las rodillas. ¿Que me estaba pasando? Esteban le puso alcohol a mi coca-cola. Pero, ¿por qué no lo noté? Entonces me sentí mejor, y me decidí a salir de la habitción. El rostro de Alex apareció apenas abrí la puerta. Grité pero él me tapó la boca.
-No grites-Yo no creía que fuera me oyeran, pero era sólo una costumbre. Dentro de la habitación solo entraba un 20% del sonido.
-¿Qué haces? Vete de aquí necesito estar sola
-Te dije que no vinieras...-Su mirada se tornó furiosa
-Ah, sí, lo recuerdo, muy gracioso por cierto.
-No deberías estar aquí Valen
-¿No? ¿Por qué? Viniste a conocer chicas y sólo te estropearía el plan de moletarme e intentar seducirme, sólo por hacer algo, ¿no? Pues ni te preocupes, porque no me importas ni un poc...-Enonces me detuve, él no me escuchaba, mirába por la ventana.
-¿Qué ocurre?
-Mierda...-Susurró
Se oyó el chirido de unos neumáticos afuera. Corrí a la ventana y vi como de una gran camioneta bajaban dos hombres y tomaban a una chica. La chica forcejeaba y gritaba. Y entonces ví, era Mandy, se la estaba llevando, ¿Quiénes eran esos tipos?
¡No!-Grité con fuerza
Bajé corriendo las escaleras, y llegué afuera. La camioneta ya se iba. Corrí tras ella, gritaba el nombre de Mandy, ell me pedía auxilio desde la ventana y golpeába la misma. La desesperacíon me invadió, no sabía qué hacer. Mira hacia todas las direcciones y no había nadie en las casas. Seguí corriendo y gritando, las piernas me ardían de correr con furia, la camioneta se alejaba más y más. Me tropezé y rodé por el asfalto golpeándome la cabeza, la gente ahora había comenzado a gritar y yo, tumbada en el suelo, veía como la camioneta se iba con Mandy, y luego no escuché más nada. El silencio me tragó.

2 comentarios:

Luciana dijo...

Ai no que triste, quiero ver que pasa !
Graacias por pasar por mi blog, espero que sigas la historia :D Saludos

lu!! dijo...

¡¿¡¿Quienes se llevaron a mandy!?!?,¿porque se la llevaron?,¿que tiene que ver alex con esto?
espero que alex ayude a valentina a rescatar a mandy. Me gusta mucho esta historia, publica rapido el capitulo 4 necesito saber que pasa con mandy y que tiene que ver alex con esto!!!