28/12/11

Capítulo 4

Cuando llegué a casa eran las 10:30 a.m, por lo tanto pasé toda la noche en el hospital. Mamá me acompañó hasta mi habitación e insistió en servirme una sopa de pollo de la receta de la abuela María. Me recosté en mi cama, luego de beberme el berbaje, pero mi descanso no duró más de veinte minutos pues Mandy susurraba ayuda en mi cabeza. Recorrí la noche pasada mentalente y supe que tenía que averiguar dónde se encontraba Esteban, fue con el último que la vi. Me despojé del pijama y me duché. Me puse vaqueros y zapatillas y salí de mi habitación en silencio.
-¿Dónde vas Valen?-Era mamá, maldije su oído
-Emm...Voy a despejarme un poco de todo esto- "Todo esto" igual a "Secuestro de Mandy"
-Cielo, siento mucho lo de tu amiga...
-Hablas como si ya estuviese muerta, ¿cómo se te ocurre?-Poco a poco la sengre se me iba hirviendo
-Cariño, lo siento, aveces olvido que eres sensible
-¿Sensible? Pues claro, estás dando a mi mejor amiga por muerta. La tienen que enocntrar, si no es así, ella sola regresará a casa, y todo habrá sido un mal recuerdo- Sólo me mentía a mí misma, pero no iba a decirle a mi madre que yo misma pensaba ir en su búsqueda-.
-Ojalá fuera tan sencillo...
-Dime, ¿qué sabe la policia, hay rastro de ella?
-Ahora tienes que descansar, has pasado una dura noche.
Estábamos las dos de pie en el pasillo, yo en la puerta de mi habitación y ella en la suya
-Necesito saberlo mamá, conozco a Mandy desde los cinco años, compartí mi absoluta vida con ella, y desapareció, mejor dicho, la secuestraron.
Mamá suspiró, ella de verdad parecía no comprenderme.
-Está bien, hablemos en la cocina
Bajamos las escaleras y tomamos asiento cada una en una punta de la mesa rectangular.
-Podré soportarlo- Dije, aunque mo muy convencida
-Está bien- Hizo una pausa, como si no estuviese segura de lo que iba a hacer-... Mandy desapareció, la noche de ayer, se la llevaron unos cinco tipos, contando el conductor. Era una camioneta Mercedez blanca. Siguieron el rastro por algunas cámaras de seguridad de los semáforos pero luego la perdieron. A unos kilómetros de la fiesta, la camioneta comenzó...-Suspiró profundamente- Comenzó a derramar un líquido rojo por la puerta traasera, analizaron eso y era sangre. De Mandy, claro. Luego, nadie volvió a ver la camioneta, es decir, tampoco es que hayan ido por caminos muy centricos.
-Entiendo...-Mi voz se había apagado, ¿dónde estaba Mandy?- ¿Qué más sabes?
-Nada más, eso es por lo menos lo que me dijeron el inspector y Avril. Avril está desesperada por su hija, la internaron porque tuvo un trauma psicológico muy fuerte. Mauro, la acompaña, pero también tiene que cuidar de Lucas.
Mauro era el papá de Mandy, un hombre divertido pero de carácter firme. Lucas tenía siete años, era su hermanito.
-Dios mío...- No se me ocurrió nada mejor que decir-
-Cariño, sé que no te gusta que te digan qué hacer, pero me parecería conveniente que vayas a la iglesia a rezar por tu amiga.
Estaba abriendo la boca para quejarme pero se me ocurrió una idea. Era mi oportunidad para estar libre unas horas y descubrir que estaba pasando con Mandy
-Está bien mamá, pero me gustaría mucho ir sola. Necesito un tiempo con migo misma para recapacitar y pensar un poco...¿Entiendes?
Mamá se quedó callada. Yo nunca había ido a la iglesia, pese a que ella me lo rogaba, yo no era religiosa. Y seguramente pensaba que los tipos que secuetraron a Mandy podían estar buscándome a mí también.
-De acuerdo-Sonreí-. Pero te llevarás el teléfono, yo te estaré llamando seguido para ver dónde estás. Yo mientras tanto tengo que ir al taller de costura, volveré a las seis de la tarde, mas o menos. Es que luego de ir al taller tengo que ir a visitar a Avril y darle mi más sentido pésa...Mis más emotivas ganas para que la encuentren, ya sabes...
-Sí sí, está bien- No quería oír más nada
-Sofía me pasará a recoger en cinco minutos, llévate el auto.
Mamá tomo su bolso, me besó en la frente y se fué.
Alex vivía a unas cuantas manzanas, pero no tenía la energía ni las ganas de caminar, así que fuí en coche. Diez minutos después estaba de pie en su puerta, tocando en timbre y arrepintiéndome luego. Alex pareció asustado de verme, frunció el ceño y luego miró hacia todas direcciones. Sólo llevaba unos vaqueros bajos, me incomodaba. Tenía la cara somnolienta y el pelo alborotado.
-¿Se puede saber qué estás haciendo aquí?- Me empujó dentro
-Esperaba, un "hola, ¿qué tal?"...-La broma me salió sin pensarlo, pero la verdad era que no estaba de humor, ni siquiera reí-
-Deberías estar en tu casa... Nos pueden ver...-Parecía tremendamente nervioso, impaciente, dubitativo, todo en conjunto-
-Necesito hablar contigo, es muy importante...Yo...
-Ven, tienes suerte de que mis padres están de viaje, subámos a mi habitación, estaremos más seguros-
No subiría a su habitación cuando sus padres no están y él sólo lleva encima unos vaqueros. Él podría hacerme cualquier cosa, ¿quién sabe? Él pareció darse cuenta de mi duda.
-Tranquila, no te haré daño cielo, estoy de tu lado.
-¿De mi lado? ¿Es qué hay lados acaso?
Subímos las escaleras y entramos a su habitación. Yo había ido un par de veces con un grupo de compañeros a terminar proyectos, pero nunca había estado a solas. La tenía mas o menos como la recordaba, sólo que un poco más desordenada. Las cortinas estában cerradas. Cerró la puerta detrás de él. Todo eso me asustaba.
-¿Cómo estás? Siéntate- Se sentó en su cama y me ofreció un lugar. Me senté en la silla del ordenador-.
-Estoy...Confusa, asustada. Temo por Mandy, necesito encontrarla. ¿Qué pasó en la fiesta? ¿Conocías a esos tipos? Porque actuas como si te persiguieran, y no me gusta para nada- Solté todas las preguntas seguidas
Sus ojos verdes se posaron en el suelo y lo recorrieron rápido, luego me miró.
-Mandy fue secuestrada por unos hombres- Pausa.- Estamos tratando de encontrarla
Los músculos de su pecho y brazos se tensaron de repente.
-¿"Estamos"? ¿Tú y quién más?
-Verás...Emm...Esto tú no lo deberías saber...Es peligroso, me has de jurar que no se lo comentarás jamás a nadie. Ni a tu familia, amigos y menos a la policá.
-¿Eres de la CIA?- A él le resultó gracioso, yo lo dije enserio
-No. Definitivamente no. Verás, hay un gran grupo de secuestradores en la ciudad que raptan chicas para - Dudó- cobrarse deudas. Nosotros somos Los Rojos, intentamos descubrir adónde llevan a estas personas y rescatarlas. Trabajamos en cubierto para no llamar la atención de la policía o la prensa.
Todo eso era difícil de digerir. Alex, ¿Alex, enserio? Y Mandy había sido raptada por un ajuste de cuentas, Dios, quería salir de allí gritando. ¿Los Rojos? Nunca había oído hablar de ellos, debían estar bien ocultos.
-¿Dónde está Mandy ahora mismo?
-No lo sabemos aún. Hay cientos y cientos de probabilidades. Es posible que no esté en el país, o que la tengan refugiada en un cobertizo, o que la hayan dejado en el maletero de un coche en medio del desiert...
-Sí, me quedó claro- Lo interrumpí- ¿Quiénes están de tu "lado"?
-Los Rojos estamos distribuidos por todo el mundo. Aquí en América disponemos de más de 500 oficiales, como yo, en cubierto.
-Esto es muy extraño, nunca hubiese imaginado que tú...
-Lo sé- Me interrumpió poniendo una mano en mi rodilla- Es la idea.
-Necesito encontrar a Mandy... Ella es como mi hermana, crecimos juntas.
-Si, estamos haciendo lo posible. Hay varias teorías. Hoy iremos a investigar un descampado sospechoso.
-Quiero ir- Solté-
-¿Qué? ¿Es que te has vuelto loca? Es demasiado peligroso, no quiero que le pase nada a ese hermoso rostro tuyo- Bromeó-
-No estoy bromeando-Le espeté-
-Yo tampoco
-Porfavor- Supliqué, no era común en mí, pero necesitaba hayar pistas del paradero de Mandy- Haré lo que tú me digas, lo juro. Si no me llevas, te seguiré y no podrás impedirlo.
Me miró con media sonrisa en el rostro, sus labis me desconcentraron por un momento.
-Tendré que encerrarte bajo llave, pequeña. Desde niña eres así de terca, ¿qué se la a hacer?
-Oye, necesito encontrarla, hayar pistas, dar con los tipos que le estan haciendo esto y que paguen- Los ojos se me humedecieron de angustia, pero no lloré-
-Eres muy convincente cuando lloras, ¿sabes?
-No estoy llorando- Entonces me recompusé- Porfavor -Repetí-
-Vamos, recoge tu mochila
Se puso una camiseta negra y añadió cosas que no alcanzé a ver en un bolso. Rebuscó algo en los cajones de la mesa y lo introdujo en el bolso.
Alex y yo nos conocíamos desde primer grado de la primaria. Siempre fuimos buenos amigos, aunque claro, en la secundria cada uno se forma su propio grupo y dejas de ser miga de todo y todos. Aunque él siempre me trató bien y conversamos muy a menudo. Yo nunca le diría que lo amo con todo mi corazón desde septimo año. Mandy me acompañaba a la calle de su casa para ver si nos cruzábamos "accidentalmente" con él. A Mandy, en la época de "me-gusta-el-chico-de-mi-mejor-amiga", le gustaba Alex, pero éramos más pequeñas y cuándo se dió cuenta que de verdad lo quería, se alejó. Yo nunca se lo confesé, pero ni falta que hacía, ella no era tonta, y yo para ella soy como un libro abierto, y viceversa.
-Estoy lista -Anuncié-
Me sonrió de una manera especial, como quieriendo decirme algo que no pude descifrar.
-¿Qué ocurre? -Todo aquello era realmente impresionante y desesperante, además de rápido- ¿Por qué me miras así? -Le sonreí también-
-No sé... Haces que todo sea más fácil, incluso en situaciones así -No pude evitar ampliar mi sonrisa y ruborizarme un poco-
Dió dos zancadas y ya lo tenía cerca. Me retiró un mechó despeinado de la cara y me miró fijamente con esos ojos verdes oscuros, tuve que apartarme instintivamente.
-Vamos -Traté de disimular- Pero, antes debo llamar a mi madre. Será sólo un segundo.
-¿Qué le dirás?
-Que estoy en la iglesia, y me quedaré más, porque... -Traté de buscar una solución- Me hace falta ¿confesarme?
Alex se rió
-No sabía que eras tan creyente -Bromeó-
-Sabes que no lo soy, pero es más fácil si mi madre cree que voy por el camino de la Fe.
Bajamos por las escaleras, su casa estaba oscura y con las cortinas cerradas, era cómo si el tampoco estuviera allí. Saqué mi teléfono antes de salir y el aguardó con la mano en el picaporte de la puerta principal. El teléfono sonó tres veces.
-¿Sí? Cariño, ¿qué tal? -Se oía ruído de ancianas cuchicheando y señoras riendo exageradamente
-Muy bien -Hablé en susurros como hace la gente en la iglesia- Me quedaré unas cuantas horas más por aquí, en la iglesia. Voy a confesarme -Escuché como Alex se reía en voz baja-
-Muy bien cielito, menos mal, porque hoy seguramente llegaré a casa por la noche. ¿Te parece si llevo pizza para cenar? No tengo ganas de cocinar y tu y yo debemos hablar.
-Si mamá, pizza y charla marchando para la noche.
-Ten mucho cuidado, te llamaré -Hizo una pausa y yo esperé- Te amo, te amo hijita.
-Yo también mamá, nos vemos luego, estoy bien.
Entonces colgué. Alex analizaba algo inexistente en la puerta, y levantó la vista.
Me abrió la puerta y me dirigió a su camioneta. Era una chevy roja, hermosa y cuidada por dentro. Mandy ocupaba mis pensamientos todo el tiempo, preguntas sin respuestas rondaban mi mente. "¿Dónde la llevaron? ¿De qué tipo de ajuste de cuentas se trata? ¿Es con su padre el problema? ¿Alex conseguirá ayudarme? ¿Los Rojos?" Comenzé a sentirme mareada, y cuando Alex cerró mi puerta y se acomodó en su butaca me miró de soslayo.
-Tal vez no sea buena idea que vayas...-Miraba fijamente mis ojos, los míos suplicaban que me dejara ir
-Haré lo que quieras, pero llévame.
-¿Lo que quiera? -Levantó una ceja y me miro de costado
-No te pases, estoy hablando enserio. Mandy es mi mejor amiga, no puedo cruzarme de brazos y ya está. La conozco desde los seis años, me crié con ella, crecimos juntas, cada detalle de nuestra vida lo conocemos mutuamente. Compartimos infinidad de cosas, y tú, tú no me quieres ayudar.
-No he dicho eso, solo digo que no es buena idea que vayas, lo que no significa que no te vaya a llevar.
-Vamos entonces
Condució por la carretera Este hasta la salida nº 13, tomó un camino de tierra y condujo por más de cuarenta minutos. El paisaje cambió, las casas pasaron a ser colinas bajas y desiertas. Yo miraba también como sus manos tocaban el volante, eran firmes.
-¿Puedo decirte algo? -Pregunté aún mirandolo-
-Lo que quieras -Me miró por un segundo para lugo volver a poner la vista en la carretera-
-En la fiesta, la última vez que vi a Mandy, ella estaba con Esteban Rosse. Él le sirvió un trago y puso droga en mi bebida.
Esa vez me miró por más tiempo.
-No lo sabía, eso es muy importante. Gracias. ¿Cómo te sentiste después de beber eso?
-Pues mal, pero no más bien irreal, sino mareada y con falta de aire. Por eso subí al baño de Eva y cuando salí, estabas tú y maldeciste, asique te lo venías venir. ¿Cómo pudiste saberlo?
-Hay cosas que no las entenderás ahora -No me miró-
-Quiero saberlo, tú lo sabías y no hiciste nada para evitarlo. ¿Ayudaste a que se llevaran a Mandy? ¿Ahora me llevas a algún sitio lejano dónde poder maltratarme con los demás tipos que se la llevaron a ella? -Me di cuenta que estaba gritando para cuando ya había dicho todo. Alex no se merecía eso, pero exploté, no pude evitarlo.
La mirada de Alex se mostraba tranquila, pero no imperturbable.
-Cállate, ¿quieres? Sólo estás diciendo estupideces y me pones nervioso.
-¿Qué me calle?
-Que te calles -Reafirmó- Dijiste que harías lo que yo quisiera
Me callé, me costó, pero lo hice, bastante estaba él haciendo por mí.
-Perdona. -Me miró- No quiero que te calles en realidad. Amo tu dulce voz, pero sólo cuando no dice estupideces.
-Lo siento, todo esto me supera. No se dónde está, ni con quién. ¿Cómo la están tratando? Ella me necesita y yo aquí sentada -Los ojos me ardían de angustia- Debí quedarme con ella en la fiesta, es todo mi culpa. Soy una idiota, se la llevaron. Dios mío... -Mi voz se quebró, y las lágrimas fluyeron "mierda, ahora creerá que eres débil" me dije-
El me miró dos veces antes de percatarse de que yo lloraba. Detuvo la camioneta y me tomó el rostro en sus manos y con los dedos secó mis lágrimas.
-No digas esas cosas, nada fue tu culpa, no pudo haberlo sido. Estaba todo programado, sino era en la fiesta, sería por la noche, en su casa. Y si tu hubieses estado con ella te hubiesen llevado también. Y eso me mataría por dentro, menos mal que no te ocurrió nada.
Luego me abrazó muy fuerte. ¿Qué quería decir? No quise ni pensarlo, ni imaginarlo, ni sopesarlo, eran demasiadas sensaciones y sentimientos juntos. Pero siempre fui terca y curiosa, Dios.
-¿Por qué lo dices? -Pregunté con miedo a saber la verdad-
-¿El qué?
-Eso último, que te mataría por dentro.
Entonces, encendió la camioneta y se puso a conducir,
-Porque sí, a cualquiera que se lo lleven, me dolería.
Miraba fijamente a la carretera. Fue claro, ¿no? Yo era la idiota que creía cosas que no eran. Miré fijamente a el paisaje como si éste tuviera la culpa.
-Estamos llegando -Fue lo único que dijo-.

1 comentario:

lu!! dijo...

AAAAAH!!! q le pasara a mandy estara viva?, a q se referia alex cuando dijo q la secuestraron para pagar cuentas???, no puedo esperar mas necesito q escribas el capitulo 5 YAAAAAA!!!(!ODIO LOS FINALES ABIERTOS!)